La declaración

Creemos en las doctrinas esenciales de la fe cristiana de las que dan testimonio Dios el Padre, Jesús el Hijo, el Espíritu Santo, las Sagradas Escrituras, la Iglesia y los antiguos credos. Creemos en Dios en tres personas, Padre, Hijo y Espíritu, el Señorío de Jesús, demostrado por Su encarnación, muerte, sepultura y resurrección. Creemos en la necesidad de la humanidad de la redención, que sólo es posible por la gracia a través de la fe en el Hijo. Creemos en la Segunda Venida, la redención eterna de los santos y el castigo de los impíos.

Reconocemos el orden creado por Dios, al hacer hombre y mujer, determinados por la impronta divina, genéticamente codificados en la concepción e inmutables.

Afirmamos el matrimonio cristiano, definido por un hombre y una mujer unidos por Dios en santo matrimonio.

Creemos que nuestra identidad en Cristo no se basa en el origen étnico, el color de la piel o el estatus socioeconómico, sino en la fe en el nombre de Jesús y su don gratuito de justicia.

Creemos que los gobiernos justos son ordenados por Dios y existen para defender la legalidad y proteger a las personas. Como tal, rechazamos a los líderes corruptos e impíos que promueven la maldad, imponen mandatos ilegales que ignoran la soberanía individual, restringen el compañerismo de la comunidad de santos y ponen restricciones injustas a la libertad de las personas. Como cristianos, resistimos deliberadamente la tiranía en todas sus formas y nos negamos a renunciar a nuestro derecho a congregarnos en el nombre de Cristo, dando testimonio en la tierra a la comunidad del cielo mientras esperamos el regreso de nuestro verdadero Rey y nuestra recompensa eterna.

Como pastores, aceptamos nuestro papel de pastorear a la gente y, en la medida de lo posible, proteger a nuestra nación de los engaños de las falsas enseñanzas y las agendas anticristianas, incluido el marxismo, el socialismo, la CRT (teoría crítica de la raza), el universalismo, la teoría queer crítica, la matanza de niños (tanto dentro como fuera del útero), la teoría del alarmismo climático y el globalismo. Como tal, por la presente acordamos no utilizar nuestros púlpitos, ni ninguna extensión de nuestros ministerios, para promover estas falsas doctrinas, ni dar lugar a su avance.

Como signatarios del Proyecto Pastor Americano, audazmente prometemos nuestro apoyo a la declaración anterior mientras continuamos usando nuestro púlpito para predicar el único evangelio verdadero.

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